El té verde, originario de China, es una de las bebidas más consumidas en el mundo y ha sido valorado durante siglos. Producido a partir de las hojas no fermentadas de la planta Camellia sinensis L. y con un sabor delicado y refrescante, este té es una elección popular para quienes buscan una alimentación equilibrada.
Versatilidad en la Cocina
- Aromatización de Postres: El té verde puede utilizarse para infusionar jarabes o cremas en postres como pudines, mousses y helados, ofreciendo un toque delicado y exótico.
- Incorporación en Pasteles y Galletas: La infusión concentrada de té verde puede usarse para aromatizar masas de pasteles y galletas, aportando un sabor fresco y sutil. También puede añadirse a recetas de pan, como una forma de explorar sabores orientales.
- Tés Fríos: El té verde frío es una excelente opción refrescante para los días más calurosos. Puede combinarse con limón, menta o incluso jengibre, creando bebidas revitalizantes.
- Cocina Salada: El té verde puede incorporarse en salsas y marinadas para carnes y pescados, añadiendo una nota herbácea y fresca que realza el sabor de los platos.
El té verde es una bebida extremadamente versátil que va más allá de su tradicional infusión. Ya sea en bebidas, postres o platos salados, es una excelente adición a su cocina, elevando el sabor de cualquier receta con un toque único.