¡Decidimos añadir pequeños trozos de cacahuetes tostados a nuestra mantequilla de cacahuete! ¿El resultado? ¡La mantequilla de cacahuete crujiente de Casca Rija!
1º - ¡Nada cambió en nuestro proceso productivo! La exigencia sigue siendo la misma y comienza con el tostado del cacahuete sin piel. Alcanzar el punto perfecto es fundamental para que el resultado final sea siempre el mismo: el sabor único.
2º - Seleccionar cuidadosamente los cacahuetes después de enfriados es otro paso crucial. Este detallado proceso manual, que se destaca en todas las producciones de Casca Rija, garantiza la calidad que nos caracteriza.
3º - Sigue la molienda, que permite transformar los cacahuetes tostados en una mantequilla de cacahuete muy cremosa y de textura sedosa, algo que, además del sabor, también es esencial.
4º - El toque final de nuestra mantequilla es uno de nuestros secretos revelados: una ligera adición de especias (canela de Ceilán en polvo y jengibre deshidratado en polvo). La suavidad y dulzura de la canela de Ceilán en polvo y la intensidad ligeramente picante del jengibre deshidratado en polvo proporcionan un resultado aromático, sin nunca sobrepasar el sabor del cacahuete.
5º - Por último, la adición de una cantidad generosa de pequeños trozos de cacahuetes tostados a la aterciopelada y cremosa mantequilla de cacahuete resulta en una deliciosa crema llena de texturas.
La mantequilla de cacahuete crujiente de Casca Rija no es solo otro producto premium, es una manifestación de compromiso apasionado con la excelencia. Para todos los amantes de la mantequilla de cacahuete crujiente, cada cucharada será un verdadero descubrimiento, conquistando cualquier paladar con su sabor!